El Ministerio de Interior estaría entrenando con un algoritmo de reconocimiento facial llamado ABIS que ha hecho saltar todas las alarmas en el mundo de la privacidad y la ética tecnológica.

El objetivo del programa es ayudar a los policías de toda España a identificar sospechosos a partir de cualquier tipo de imagen. Su funcionamiento es similar al de cualquier otro algoritmo de este tipo: si los agentes necesitan identificar a un sospechoso, aplican el programa sobre la imagen que tengan y el algoritmo buscará coincidencias entre los rostros que en ella se vean con los de su base de datos.

Sin embargo, el elevado numero de falsos positivos que arroja la herramienta, ha generado un llamamiento por parte de los organismos públicos a regular esta tecnología. En este sentido, la Comisión Europea presentó a mediados del año pasado el borrador de su futuro reglamento en la materia.

Curiosamente, dicho Reglamento se aprobará en España antes que en cualquier otro país del mundo. No obstante, hay muchos detalles del mismo que todavía no se conocen.

Por ejemplo, una de las líneas rojas que dibuja el futuro Reglamento contempla la prohibición de sistemas de reconocimiento biométrico en espacios de acceso público en tiempo real. Contemplándose excepciones en la búsqueda de víctimas de un delito, menores desaparecidos, o la prevención de una amenaza o un atentado.

Por parte del Ministerio se ha asegurado que en ningún caso se usará el sistema para labores de vigilancia ni para el reconocimiento en vivo de personas en espacios públicos.

Mientras tanto, la coalición Reclaim Your Face exigió la prohibición absoluta de esta tecnología, al entender que la misma condena y reprime en lugar de ayudar a la sociedad.

También el Supervisor Europeo de Protección de Datos y el Comité Europeo de Protección de Datos se habrían pronunciado al respecto, llamando al veto al uso de estas tecnologías de reconocimiento biométrico en espacios públicos. Asimismo, ya el año pasado la Eurocámara adoptó una resolución no vinculante en la que se pedían fuertes restricciones en el uso de tecnologías de IA por parte de las fuerzas de orden público.

La noticia de que el Ministerio de Interior y la Policía Nacional están entrenando a este algoritmo ABIS ha sorprendido y llamado la atención de activistas y especialistas en ética tecnológica, pero también a expertos en Protección de Datos. Uno de ellos ha traslado una solicitud de información a Interior con una batería de preguntas.

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